El termómetro infrarrojo es una herramienta para medir la temperatura. Actualmente, en el marco de la pandemia de COVID 19, su uso se ha difundido mucho para medir la temperatura corporal humana. Sin embargo este tipo de termómetros se han usado desde hace varios años para este propósito, por ejemplo en las guarderías, donde se requiere comprobar el estado general de salud del menor al ingresar de manera ágil.
Con el aumento en el uso de estos aparatos durante este 2020, ha surgido el rumor de que los termómetros infrarrojos no son seguros. Esta información es falsa. Los termómetros infrarrojos están diseñados para detectar la energía o radiación térmica, que emiten los cuerpos y con base en ello, dar una lectura en unidades de temperatura. Al conocer la cantidad de energía que emite un cuerpo se puede determinar su temperatura.
Una de las principales características de estos termómetros (y por lo que se han vuelto tan necesarios en las circunstancias actuales) es que no requieren entrar en contacto con el cuerpo al que se desea medir la temperatura, de ahí que también se les denomine "Termómetros sin contacto". Otro término que se utiliza para referirse a estos termómetros es "Termómetros láser", ya que se ayudan de una luz láser para apuntar hacia el lugar sonde se hará la medición. Dicha luz NO realiza la medición.
Los termómetros infrarrojos tienen diversas aplicaciones en la industria y otros campos como son:
Control de productos alimenticios envasados al vacío.
Control de la temperatura de un horno u otros equipos.
Comprobación de equipos mecánicos o de circuitos eléctricos.
Detección de puntos calientes en los incendios.
Control con precisión del cambio de temperatura de los materiales (calentamiento o enfriamiento).
Detección de nubes para telescopios.
Medición de la temperatura corporal humana.